4/27/2015

4 obras indispensables del Maestro [Discos a los que siempre vuelvo] (1)

Esta será una entrada distinta al formato de la categoría. Pero mucho más personal. Son los discos que me han formado, marcado y he disfrutado a lo largo de mi vida. Tanto de bandas como de solistas que admiro desde que era pibe y soñaba con ser igual a ellos algún día durante esos inolvidables años.
Arranquemos con Charly García. ¿Qué puedo decir de este peso pesado? Me encanta toda su discografía. Pero, si me dan a elegir, elijo estos 4 sin dudarlo.


Influencia (2002) fue el primer CD que tuve del Maestro. Es el que me fue metiendo en su grandioso universo Say No More y en el mundo del rock en general.

Tu vicioI´m not in loveInfluencia o El amor espera eran canciones que escuchaba una y otra vez cuando volvía del colegio. En esa época no podía ponerle nombre a los estados de ánimo por los que me hacía pasar. Pero no me importaba, ¿qué mejor que adentrarte en lo desconocido de la mano de Charly? Actualmente, lo tengo hecho pelota de tanto reproducirlo en la PlayStation 1.

Como frutilla del postre, en el 2004 tuve la oportunidad de verlo en vivo allá en Trelew, Chubut. Ese día abrió con Asesíname, perteneciente a Rock and roll (YO) (2003), el disco que promocionaba por entonces. Junto a Influencia pueden considerarse hermanos gemelos en cuanto a la forma y al tipo de composiciones. Incluso hay reversiones de los mismos temas (Asesíname/Asesíname Stone y VSD/Tango) al igual que en su predecesor con Tu vicio/Tu vicio (gospel), Influencia/Influenza y I´m not in love/original-acústico-remix. La diferencia es que no tiene covers como Encuentro con el diablo (Serú Girán) o Happy and real. Dileando con un alma es mi track preferido.

Rn´R (yo) tiene un toque más de polenta y furia. Abundan riffs roqueros y melodías pegadizas. El único problema que le encuentro es la duración: 38 minutos. Te quedás con ganas de seguir escuchando pero eso no afecta al producto ni a palos. El arte de tapa son dibujos del propio Charly y son muy flasheros.




La hija de la lágrima (1994) es un disco conceptual y el más sobrio de su etapa solista. Mezcla muchos ritmos y géneros pero se van fundiendo dando una sensación de unidad. Hay variedad de instrumentos aunque predominan los sintetizadores, que dotan a las pistas de cierta épica. Lo acompañan también montones de efectos de sonido que se van metiendo entre las canciones (es un recurso que se iría haciendo cada vez más frecuente en sus próximos trabajos). La introducción y la garra de Fax U! no se van a ir nunca de mi cabeza.

El cuarto disco que siempre vuelvo de Charly, me lo pasaba escuchándolo en los mp3 camino a Buenos Aires en el Plaza. Se convirtió enseguida en uno de mis favoritos. Por las levantadas de ánimo de El aguante, por esa obra espectacular que es Kill my mother y la triste Pedro trabaja en el cine. Ambas abren el CD.

A El aguante (1998) lo disfruté de grande, ya en la Universidad. Pero hay un tema en particular que escuchaba con 17 años. Creo que estaba en un compilado de Charly que tenía. Se trata de Lo que ves es lo que hay (todo el mundo quiere olvidar). Revisando la vasta discografía, te encontrás con canciones el doble de buenas. Pero esa, por esos motivos que ni uno entiende, es con la que me quedo de estos 4 álbums. Sólo puedo decir que Lo que ves... llegó en un momento especial de mi adolescencia y las emociones que me generó escuchándola en mi habitación son impagables. Es por eso que la guardo en un lugar muy especial de mi corazón.  

"A veces vas... Perdiendo el control..." ¡Pura magia!

Originalmente iba a ser un post con dos bandas más. Pero a medida que escribía, me di cuenta que lo que tenía para decir de Charly era bastante y quería explayarme con él. Es mi pequeño homenaje a un grande.

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